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![]() EN LOS MÁS DE VEINTE AÑOS QUE QUIQUE SETIÉN JUGÓ AL FÚTBOL NUNCA PENSÓ EN DIRIGIR UN EQUIPO. HOY POR HOY, EL ENTRENADOR SANTANDERINO ES UNO DE LOS TÉCNICOS MÁS RESPETADOS Y CODICIADOS DE ESPAÑA. SU ESTILO RECUERDA AL DE JOHAN CRUYFF, PERO FUE LUIS ARAGONÉS EL QUE LE ENSEÑÓ A SER COMPETITIVO. QUIQUE HABLA CON FIRMEZA, LA MISMA QUE MUESTRA PARA DEFENDER SU CONCEPCIÓN DE UN DEPORTE MÁS PREOCUPADO EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS POR GENERAR INGRESOS QUE POR LEVANTAR A LOS AFICIONADOS DE SUS ASIENTOS. A SUS EQUIPOS SE LE PUEDEN REPROCHAR CIERTAS COSAS, PERO EN NINGÚN CASO QUE SE OLVIDEN DE UN AXIOMA COMÚN: "SI TIENES EL BALÓN, EL RIVAL NO PODRÁ HACERTE GOL".
Daniel DOMÍNGUEZ
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quique Setién recibe a Revista Rondo después de una sesión de entrenamiento, durante uno de esos interminables parones del campeonato liguero por compromisos internacionales. El ambiente es relajado y se percibe. Se escuchan más las risas de los jugadores que los gritos del segundo entrenador, Éder Sarabia, junto al que Quique ha diseñado este Real Betis Balompié. El cántabro alarga el partidillo final lo suficiente para que dudemos si la entrevista es o no en ese día. Una vez finalizado, llega sonriente hasta una de las esquinas de los campos de entrenamiento de la Ciudad Deportiva Luis del Sol, en Los Bermejales. Tras las oportunas presentaciones, es él quién nos hace la primera pregunta, "¿habéis jugado al fútbol?". Contestar afirmativamente sería faltar al respeto a los profesionales, así que será mejor hablar sobre cómo han ido los ejercicios. Cuestionado sobre si se entrena de la misma forma como se juega, el técnico responde: "El nivel de intensidad en los partidos requiere que te pongas a la altura entrenando, te tienes que equiparar al resto. Yo no creo que corramos más que los demás, no es una cuestión de correr, sino de hacerlo bien".
DANIEL DOMÍNGUEZ: ¿Contra qué estilo de juego sufren más tus equipos? |
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Enrique Setién Solar (Santander, 1958) tuvo el privilegio de encontrar pronto su vocación. "Mis inicios siempre estuvieron alrededor del balón", recuerda, "desde pequeño me hice futbolista porque me gustaba el balón, porque disfrutaba con él". Con 14 años ingresó en el histórico Club Atlético Perines, fundado en 1945 y reconocido con posterioridad como una de las canteras más prolíficas de fútbol en Cantabria. Por aquel entonces ya había empezado a trabajar como ayudante en una oficina del Colegio de Farmacéuticos de Santander, "donde trabajaba desde las 9 de la mañana hasta las 7 de la tarde, con una hora para comer, y luego me iba a entrenar". Así estuvo cuatro años, hasta que el Real Racing Club de Santander quiso incorporarlo a su sección de juveniles: "Cuando te dicen de salir del trabajo para convertirte en profesional y entrenar con los mismos que has estado viendo el domingo anterior en El Sardinero... es un cambio radical en tu vida. Empiezas a forjarte ilusiones y te creas expectativas. Todo fue muy bonito". La irrupción en Primera División Los comienzos de Quique Setién en el Racing fueron tan fulgurantes como ilusionantes, "muy agradables porque al final acabas haciendo y viviendo de lo que más te gusta". En su primer año en el club demostró que estaba preparado para dar el salto a la élite. El 2 de octubre de 1977, cuando aún tenía 19 años, debutó en Primera División de la mano de Nando Yosu. Su estreno se produjo precisamente contra un equipo al que más tarde dirigiría, el Real Betis Balompié, sustituyendo a Sergio Lloret en el descanso de un encuentro que terminaría en empate (1-1). Aquel curso disputó un total de 23 partidos, asentándose poco a poco en el once titular y marcando dos tantos, en la goleada al RCD Espanyol (4-0) y en el triunfo ante el Athletic Club (1-0). Junto a otros jóvenes como Marcos Alonso o Juan Carlos Arteche, Quique contribuyó en gran medida a que el Racing compitiera hasta el final en la pelea por alcanzar la permanencia. Al final, el equipo subió sus prestaciones y consiguió ganar 6 de los últimos 10 partidos, salvando así la categoría. En el verano de 1978 la plantilla sufrió bajas significativas y los refuerzos no darían el rendimiento esperado. Al menos, aún continuaban algunos jugadores importantes como el guardameta portugués Damas o el delantero paraguayo Orlando Giménez. Por su parte, Setién siguió creciendo como futbolista, anotando goles que se traducían en victorias, como las logradas ante la AD Rayo Vallecano (1-0) o la UD Las Palmas (1-2). A diferencia del año anterior, el último tramo de de liga sería un auténtico calvario para los racinguistas: 11 derrotas en 12 partidos disiparon cualquier esperanza, provocando el descenso a Segunda División y la reaparición de las nubes más oscuras sobre las playas del Sardinero. A principios de la década de los 80, el Racing de Santander se vio envuelto en una crisis institucional y económica que amenazaba seriamente el futuro de la entidad. La única nota positiva la puso el grupo de canteranos que se fue consolidando como la columna vertebral del primer equipo, formada principalmente por nombres como Juan Antonio Sañudo, Villita, Javier Mantilla, Manuel Preciado, Chiri, Piru o el propio Quique Setién. La llegada de Manuel Fernández Mora 'Moruca' al banquillo montañés en marzo de 1980 sería decisiva para salvar al club de un nuevo descenso, renovando los ánimos de los futbolistas. Entre otras cosas, Moruca se dio cuenta de que el fútbol de Setién mejoraba notablemente conforme más contacto tenía con el balón, por lo que decidió retrasar un poco su posición. El cambio supuso un acierto, ya que generó más juego para su equipo y sus aportaciones ofensivas desde segunda línea se volvieron más imprevisibles. En la temporada 1980/81, el Racing fue de menos a más, al igual que Quique, que incrementó sus cifras goleadoras hasta alcanzar los 10 goles a final de campaña. La solidez del bloque de los canteranos y el gran rendimiento que ofrecieron el veterano Alfonso Alarcón, el argentino Juan Carlos Verón y el paraguayo Raúl Amarilla fueron claves en el regreso de los cántabros a Primera División el 24 de mayo de 1981. |
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En su vuelta a la élite (1981/82), el Racing de Santander disfrutaría por fin de un año más tranquilo. Inició el campeonato venciendo al Real Betis (2-1) y concluyó de la misma forma ante el Real Madrid CF (3-2), con Quique Setién abriendo el marcador para un triunfo que situaba a los suyos en la duodécima posición de la tabla clasificatoria. Pero toda esta alegría se terminaría esfumando al año siguiente. En la 1982/83, Quique se perdió toda la temporada debido a dos lesiones –rotura de menisco y ligamentos y fractura de tibia y peroné– que le obligaron a pasar por el quirófano. Sin su principal estrella, los santanderinos no lograron la permanencia y consumaron su segundo descenso en tres años. Sin embargo, este periplo duraría solo unos meses. José María Maguregui, que ya había entrenado y ascendido al Racing anteriormente, supo devolverle la competitividad a una plantilla que ya contaba de nuevo con Setién entre sus filas. Con 25 años y ostentando galones de capitán, era el engranaje necesario para que la maquinaria funcionase correctamente. Pese a que tardaría un tiempo en coger ritmo después de estar un año entre algodones, el centrocampista volvió a ser el pichichi del equipo gracias a sus 11 goles. De esta forma, el Racing confirmó su ascenso a Primera División cuando aún quedaban cinco jornadas por disputarse.
D.D.: En el Racing sufriste dos descensos siendo aún muy joven, el primero en la temporada 1978/79 y el segundo en la 1982/83. ¿Cómo te marcaron? La temporada 1984/85 sirvió, entre otras cosas, para que Quique Setién se encumbrase como uno de los mejores futbolistas españoles del momento. Especial mención merece la décima jornada de liga, en la que el Racing de Santander pulverizó a uno de los conjuntos revelación de aquel año como era CA Osasuna (5-0). Aquel día, Quique logró apuntarse hasta 4 goles en su cuenta, 3 de ellos en los primeros 20 minutos de encuentro. Los racinguistas pusieron la guinda a su buena campaña en el último partido, recibiendo en los Campos de Sport de El Sardinero a un FC Barcelona que se presentaba proclamado ya como campeón liguero. Los locales realizaron una gran actuación con Setién eclipsando a los Migueli, Julio Alberto, Alexanko, Víctor Muñoz o 'Lobo' Carrasco. El empate final (0-0) impidió que los azulgranas batieran el récord de puntuación de la competición y posibilitó que los verdiblancos se clasificasen en undécimo lugar. El gran estado de forma del centrocampista cántabro llamó la atención de los equipos más punteros del país. Finalmente, se decantó por el Club Atlético de Madrid que entrenaba en su segunda etapa Luis Aragonés. 'El Sabio' influiría especialmente en la carrera, al igual que en la de tantos otros futbolistas. |
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Supercopa de España, finales y México 1986
La trayectoria de Quique Setién en el Atlético de Madrid comenzó de manera brillante. Jugó como titular en la mayoría de los partidos y fue decisivo en la ronda de dieciseisavos de final de la Recopa de Europa ante el Celtic FC, marcando tanto en el Estadio Vicente Calderón como en el Celtic Park (1-1 y 1-2). También salió de inicio en el choque de ida de la Supercopa de España contra el FC Barcelona, en el que el Atlético se impuso con goles de Luis Mario Cabrera, Miguel Ángel Ruiz y Jorge da Silva (3-1). Tras la vuelta disputada en el Camp Nou (1-0), los rojiblancos levantarían este trofeo por primera vez en su historia. En la siguiente eliminatoria europea, ante el Bangor City FC galés, Setién volvió a ver portería en el primer envite (0-2), pero se perdió el segundo encuentro en Madrid (1-0). Para redondear el año 1985, el 20 de noviembre debutó con la selección de España en un amistoso ante Austria en el Estadio de La Romareda (0-0). Solo cuatro días más tarde, se enfrentó como local a su ex equipo, anotando uno de los goles que darían el triunfo a los madrileños (2-0). Una mala racha en los primeros meses de 1986 mermó las aspiraciones ligueras del conjunto colchonero, que acabaría en quinta posición con todas sus energías centradas ya en Europa. Después de superar dos eliminatorias muy calientes contra el FC Estrella Roja (0-2 y 1-1) y el FC Bayer 05 Uerdingen (1-0 y 3-2), el Atlético de Madrid se plantó en la final de la Recopa de Europa que se celebraría en el Stade Gerland. Sin embargo, el FC Dinamo de Kiev, liderado por Igor Belanov y Oleg Blokhin, desmontó el entramado defensivo español y acabó llevándose el trofeo (3-0). Quique acabó la temporada disputando un total de 39 partidos y marcando 8 goles. D.D.: ¿Cómo recuerdas aquellos años en el Atlético de Madrid? |
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Gracias a su gran estado de forma, Quique Setién se ganó un billete para la Copa Mundial de México 1986. Él se siente orgulloso de haber estado convocado junto a los mejores jugadores españoles del momento, pero admite su frustración por no haber podido disputar un solo minuto en el torneo mundialista: "Entendía, como todos los que no juegan, que tenía que haber jugado. Incluso me consideraba mejor que el que estaba jugando y no entendía por qué no me daban minutos". Ahora que es entrenador es consciente de que "acceder a la mente de los futbolistas no es fácil en esos momentos porque existe la frustración y normalmente no hay reflexión por parte de ellos". Los técnicos casi siempre eligen darle la titularidad a un jugador por pequeños detalles, "podría jugar uno en lugar de otro porque cada uno te da una cosa. Te puedes equivocar y generalmente te das cuenta después del partido, pero el futbolista siempre piensa que lo va a hacer bien". Quique reconoce que hacer sentir titular a un jugador que es suplente es una de las situaciones más complicadas que existen, puesto que "hay que gestionarla con mucho tacto si no quieres perder a ese futbolista". Eso sí, por encima de todo cree que siempre hay que tratar de decirle la verdad "por muy dura que sea".
El segundo año de Quique Setién en el Atlético de Madrid (1986/87) arrancó de manera convulsa. Vicente Miera aguantó como entrenador hasta noviembre y su sucesor, Jesús Martínez Jayo, hasta febrero. Fue entonces cuando volvió Luis Aragonés para enderezar el rumbo de los rojiblancos. El de Hortaleza no solo clasificó al equipo en cuarta posición liguera, sino que también realizó un excelente papel en la Copa del Rey, superando en cuartos de final al RCD Mallorca (1-0 y 1-3) y en semifinales al Real Madrid (3-2 y 2-0). La final les llevaría de nuevo a La Romareda, esta vez ante la Real Sociedad de John Benjamin Toshack. En aquel partido, los donostiarras fueron muy superiores en la primera mitad, aunque los madrileños igualarían las fuerzas y el marcador en la segunda (2-2). Después de la prórroga, fueron los de blanquiazul los que se alzarían con el título en la tanda de penaltis (2-4). Quique afirma que su experiencia en el Atlético "fue muy buena hasta que se incorporó Jesús Gil al club. Ahí ya fue un desastre todo". El nuevo presidente llevaría a cabo una reestructuración del plantel colchonero y tuvo algunos enfrentamientos con jugadores que llevaban varios años en la entidad. Esta situación desembocó en el despido de algunos de los pesos pesados del vestuario, como el capitán Juan Carlos Arteche, Jesús Landáburu, Quique Ramos o el propio Setién, que decidiría fichar por el CD Logroñés. |
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Logroño, regreso a Santander y retirada
El CD Logroñés vivió su etapa más dorada a finales de la década de los 80 y principios de los 90. Quique Setién anunció su fichaje por el club en marzo de 1988. Su primer año en Logroño no fue fácil para él, ya que al principio apenas disfrutó de minutos en un equipo que sufriría varios cambios de entrenador y que terminó en decimocuarta posición. En la temporada 1989/90, con José Luis Romero en el banquillo, Setién adquirió un papel protagonista, convirtiéndose en el cerebro futbolístico y en la principal referencia ofensiva junto a Jesús Rosagro, Manu Sarabia y el uruguayo Antonio Alzamendi. Tanto fue así que el centrocampista volvió a cuajar muy buenos registros goleadores, marcando 9 dianas en aquella campaña. Los riojanos se quedaron muy cerca de clasificarse para la Copa de la UEFA, aunque al final fueron séptimos a solo dos puntos de las plazas europeas. En los años posteriores, se fueron consolidando en Primera División y se asentaron en la zona media de la tabla, ya con el gallego David Vidal como entrenador. Quique era, sin duda, el faro de un CD Logroñés por el que pasaron futbolistas como Julen Lopetegui, Cristóbal Parralo, 'Tato' Abadía, Jesús García Pitarch o Toni Polster. "Era un talento completo, hacía goles, tiraba penaltis, faltas, daba pases gol, hacía jugar al equipo. Todos jugaban mejor cuando estaba en el campo", recordaba al respecto el austriaco Polster en una entrevista concedida a Estadio Deportivo. En 1992, decidió regresar al Racing de Santander para guiar a los suyos en un nuevo asalto a Primera, aportando visión de juego, liderazgo, veteranía y goles; de hecho, anotó hasta 12 durante aquel curso. Un año después de su regreso, el cuadro montañés lograría el ascenso tras vencer en la promoción al RCD Espanyol (0-1 y 0-0). El año de su retorno a la máxima categoría (1993/94), el Racing de Santander partía como candidato al descenso y terminó siendo una de las sorpresas del campeonato. El técnico Javier Irureta utilizó un sistema muy definido (5-3-2) construido desde su punto fuerte, la defensa, a la que se sumaban un centro del campo organizado y una delantera tan rápida como efectiva. Los santanderinos lograron un meritorio octavo puesto, pero la marcha del entrenador vasco y la llegada de Vicente Miera dieron paso a unos años muy irregulares. Aun con todo, hay que destacar las buenas actuaciones en los meses de febrero y marzo de 1995, en los que consiguieron ganar al FC Barcelona de Johan Cruyff (5-0), gol de Setién incluido, y al Real Madrid CF entrenado por Jorge Valdano (3-1), que a la postre sería campeón de liga. La temporada 1995/96 empezó muy mal para los racinguistas, aunque poco a poco fueron recuperando sensaciones, venciendo de nuevo al Real Madrid (2-0) y empatando en el Camp Nou (1-1). Sin embargo, las diferencias entre Setién y Miera y los malos resultados del equipo provocarían la salida de ambos del club en enero de 1996. En abril de ese mismo año, Quique fichó por el Levante UD. "Estoy muy contento porque puedo volver a hacer lo que más me gusta: jugar al fútbol", declaró tras su firma. Los granotas estaban realizando una liga regular fantástica, asegurándose el primer puesto del Grupo III en Segunda División B. En la fase de promoción serían mejores que Córdoba CF, Real Avilés CF y Racing Club de Ferrol, cumpliendo así con el objetivo del ascenso. Fue entonces cuando Quique Setién decidió colgar las botas. D.D.: ¿Habías pensado alguna vez en entrenar? En la temporada 2001/02, Quique Setién se incorporó al Racing de Santander como director general deportivo. Después de la destitución del paraguayo Gustavo Benítez, también asumió el puesto de entrenador junto a Nando Yosu. Entre ambos supieron cómo cambiarle la cara a aquella plantilla, sacando un gran rendimiento a futbolistas como Erwin Lemmens, César Caneda, José Moratón, Sietes, Mehdi Nafti, Julio Álvarez, Diego Mateo, Txiki, Rodolfo Bodipo o Javi Guerrero. El 19 de mayo, un gol de Moratón certificaba la victoria en casa ante el Atlético de Madrid (1-0) y devolvía al Racing a la Primera División. En los 35 partidos que dirigió a lo largo de aquella campaña, Setién obtuvo un balance de 18 victorias, 10 empates y 7 derrotas. Entonces, decidió probar suerte por su cuenta. En primer lugar, fichó por el Club Polideportivo Ejido, que prescindió de sus servicios tras haber logrado solo 2 victorias en 15 partidos, y más tarde le ocurriría lo mismo en el CD Logroñés, donde fue cesado en enero de 2008 debido a una mala racha de resultados. Entre medias, tuvo un brevísimo paso por la selección de Guinea Ecuatorial, a la que solo llegó a entrenar en una ocasión. Durante estos años Quique echó en falta cierto trato por parte de las directivas que los entrenadores necesitan a veces para poder madurar sus ideas. El cántabro cree que en sus primeros años faltó paciencia, aunque es consciente de que el entrenador vive de los números, "y si al final no los hay, te van a cesar por muy bien que juegues", pero también cree que "si tienes paciencia, acabarán llegando los buenos resultados". |
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Estabilidad y éxito en Lugo y Las Palmas
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Para su regreso a la división de plata, el CD Lugo realizó una profunda remodelación de plantilla. Solo continuaron ocho jugadores (Manu, Fran Pérez, Víctor Marco, Belforti, Iago Díaz, Pita, Javi Rey y Gerardo Berodia) y llegaron Yoel Rodríguez (RC Celta de Vigo), David de Coz (Cádiz CF), Fernando Seoane (Club Gimnàstic de Tarragona), Pablo Álvarez (RC Deportivo de La Coruña), Héctor Font (FC Cartagena), Óscar Díaz (Girona FC)... Quique Setién supo transformar a los lucenses en el equipo revelación de la categoría, alcanzando la undécima posición con un estilo de juego combinativo y muy atractivo que incluso fue comparado con el del FC Barcelona. En la quinta temporada del técnico cántabro en el banquillo (2013/14), el Lugo arrancó la liga asaltando la zona alta de la tabla y soñando con pelear por el ascenso, aunque fue perdiendo posiciones hasta situarse, finalmente, como duodécimo clasificado. Al año siguiente, se mostró más irregular en los resultados y pasó algunos apuros en los últimos meses de competición, pero, aun así, logró la permanencia en la jornada 41 para acabar en decimoquinto lugar. El 7 de junio de 2015, Quique dirigió su último partido como entrenador albivermello, dejando al equipo totalmente consolidado en Segunda División: "Fue un proyecto extraordinario que solo se cercenó porque hubo un cambio en la presidencia del club, cambiaron de dueños y me fui". Después de aquella etapa, le llegó la oportunidad de entrenar en Primera División. Ya con el curso 2015/16 empezado, aterrizó en Las Palmas de Gran Canaria para sustituir en el banquillo a Paco Herrera. D.D.: En Las Palmas te reconocen que apostaste por jugadores que no tenían tanta continuidad en aquel momento: Roque Mesa, Tana... ¿Qué potencial necesitas ver en un futbolista? |
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En el momento en que la UD Las Palmas contrató a Quique Setién, los canarios atravesaban una situación dramática, en zona de descenso y con la moral por los suelos, a pesar de que solo habían transcurrido ocho jornadas de liga. En Gran Canaria, el santanderino se encontró con una plantilla quizás infrautilizada, compuesta por jugadores que a priori eran capaces de interpretar su filosofía de fútbol: Jonathan Viera, Momo, Vicente Gómez, Roque Mesa... Un conjunto que se ajustaba a su estilo, pero que no había terminado de encontrar los mecanismos para imponerse a sus rivales. "Vimos una plantilla que estaba deprimida y empezamos a tratar de cambiar esa dinámica", explica. Y lo consiguieron. Quique y su cuerpo técnico transformaron "un vestuario que parecía un velatorio en uno en el que la gente estaba feliz con lo que hacía". La mayor parte de los futbolistas se identificaban con su manera de jugar, por lo que fueron entendiéndose mejor entre ellos: "Creamos los mecanismos para jugar bien al fútbol y aprovechar a unos futbolistas que eran excepcionales". D.D.: ¿Un futbolista que no trate bien el balón tiene sitio en un equipo de Quique Setién?
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Real Betis Balompié
"A veces vas cambiando de ciclos y de situaciones y así vas ganando experiencia", apunta Quique Setién. Su abrupta salida de la UD Las Palmas propició que Lorenzo Serra Ferrer se anticipara a los acontecimientos y lo firmase rápidamente para el Real Betis Balompié. El vicepresidente deportivo verdiblanco aseguraba que su nuevo entrenador que era "la persona adecuada para alegrar al bético". Quique considera el Betis un buen sitio para crecer, "con una dimensión enorme, tremenda, con una masa social de seguidores espectacular en una ciudad en la que hay una pasión tremenda por el fútbol". El hecho de que el club atravesara unos años complicados no le supuso ningún problema, ya que "eso siempre es un estímulo para cambiar las cosas". El equipo heliopolitano apenas contaba con futbolistas que encajaran en el estilo Setién, solo algunos como Aïsa Mandi, Riza Durmisi, Joaquín Sánchez o Tonny Sanabria. Así pues, para este nuevo proyecto la dirección deportiva incorporaría a Antonio Barragán (Middlesbrough FC), Zouhair Feddal (Deportivo Alavés), Javi García (FC Zenit), Víctor Camarasa (Levante UD), Andrés Guardado (PSV Eindhoven), Ryad Boudebouz (Montpellier HSC), Cristian Tello (FC Barcelona) y Sergio León (CA Osasuna). Quique Setién sería capaz de devolver la ilusión a la parroquia del Real Betis Balompié. Desde la primera jornada de la temporada 2017/18, los verdiblancos comenzaron a practicar un fútbol tan vistoso como trepidante, imponiéndose en plazas como el Estadio Santiago Bernabéu (0-1), donde no ganaban desde hacía diecinueve años. La media de goles en sus encuentros sería de 3,6 tantos, como consecuencia de exhibiciones ofensivas y algunos marcadores escandalosos: Real Betis 4-0 Levante UD, Real Sociedad 4-4 Real Betis, Real Betis 3-6 Valencia CF, Real Betis 2-2 Getafe CF... Hay que destacar especialmente el Sevilla FC 3-5 Real Betis, con el que los béticos rompían una racha de cinco años sin llevarse el derbi sevillano en liga. En el mercado invernal, se reforzaron con el regreso tras cesión de Rubén Castro (Guizhou Hengfeng FC) y sobre todo con Marc Bartra (Borussia Dortmund). El fichaje del central tarraconense permitió que pasasen a jugar con defensa de tres, concediéndole más profundidad a los carriles y fortaleciendo la retaguardia. Setién planteó este nuevo esquema en el enfrentamiento contra el RCD Espanyol (3-0), con tan buen resultado que para él ya sería prácticamente innegociable. La formación táctica generaría entre la afición un debate al que el preparador santanderino no le da tanta importancia: "Cuando empieza el partido y los jugadores se mueven el esquema está cambiando continuamente". Una vez interiorizado el sistema, el equipo protagonizó un último tercio de temporada soberbio, encadenando 6 victorias consecutivas con un fútbol que enamoró a medio continente. Esta subida de rendimiento catapultó al Betis hasta la sexta posición del campeonato de liga, clasificándose así para disputar la UEFA Europa League. Uno de los grandes aciertos de Quique Setién en el Real Betis sería la revitalización de la cantera verdiblanca, dándole la oportunidad de debutar en la élite a un buen número de futbolistas: Juanjo Narváez, Loren Morón, Francis Guerrero, Junior Firpo, Redru, Aitor Ruibal, Julio Gracia, Wilfrid Kaptoum, Edgar González, Robert González... Algunos como Loren, Francis, Junior o Kaptoum se asentarían antes o después como integrantes del primer equipo. Setién también contribuiría a la explosión de Fabián Ruiz, que venía de jugar cedido en el Elche CF y se mostró como un centrocampista de altísimo nivel a las órdenes del cántabro. En el verano de 2018, el SSC Nápoles pagaría los 30 millones de euros de su cláusula de rescisión; es decir, la venta más cara de la historia del club. Por otro lado, Quique cree en el modelo de la prolífica fábrica del FC Barcelona, La Masía, donde todos los equipos apuestan por un mismo estilo de juego. El objetivo es facilitar la adaptación de los jugadores cuando dan el salto de categoría. En este sentido, aprecia la buena labor realizada por José Juan Romero, técnico del filial bético durante esta etapa. "Se ha preocupado de que esos chavales vayan mejorando", señala. De esta forma, la mayoría de estos jóvenes ya entienden muchas de las cosas que plantea su cuerpo técnico. Y es que realmente da igual en la división que militen, lo importante para un club es "formar futbolistas para cubrir un hipotético puesto en el futuro en el primer equipo".
D D.D.: ¿Crees que es necesario implantar en todos los equipos del filial un modelo más enfocado a formar al futbolista que a los resultados? |
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Muchas de las virtudes que Quique Setién pide a sus pupilos se pueden extraer del ajedrez, un deporte del que es un reconocido aficionado. Su padre le enseñó a jugar cuando era pequeño y desde entonces ha sido y sigue siendo una de sus grandes pasiones. Es socio del Club de Ajedrez Torres Blancas de Santander, ha escrito diversos artículos y ha participado en torneos internacionales. Aún siendo futbolista llegó incluso a jugar partidas simultáneas contra grandes leyendas como Anatoli Kárpov o Garri Kaspárov. En el ajedrez es fundamental controlar el centro del tablero, al igual que en el fútbol. Por esta razón, según Quique, el buen mediocentro debería ser "un jugador muy inteligente, muy versátil en cuanto a su capacidad para gestionar el balón, que entienda cuándo tiene que jugar de primera, dar pausa o acelerar, cuándo y cómo se tiene que ofrecer o cómo se tiene que colocar". En este aspecto, siente debilidad por Sergio Busquets: "Seguramente sea el futbolista más inteligente que he visto. Sin unas condiciones físicas espectaculares, su inteligencia le permite que todo el equipo centre la máxima atención en su figura, tanto cuando tiene el balón como cuando no lo tiene. Esa sería la dama, la que tiene mayor radio de acción, la que puede controlar más escaques dentro del tablero".
D.D.: ¿Está el fútbol en decadencia si se deja de apostar por la filosofía del buen trato al balón? |